Hacer nudos
En las zonas rurales se decía también ñudos, con ñ; tal vez un anacronismo, pero así lo aprendí cuando niño. Hacer nudos era una de las cosas que teníamos que dominar temprano. Asimismo, había que aprender a torcer y a trenzar, porque el lazo era un artículo absolutamente necesario. Se podía hacer de ñocha, es decir de una paja vegetal, de cáñamo y de cuero; eso incluía colchar, para llegar al largo que queríamos darle.
El nudo tenía que ser resistente, es decir, al tirar la cuerda no debía aflojar sino apretarse más. Eso tiene su ciencia, que la aplica el profesional del campo y de la ciudad con sabiduría propia.
Los pescadores también saben hacer una gran variedad de nudos, según las necesidades. Incluso existe el que se deshace cuando ellos quieren. Una de las principales técnicas del oficio que se enseña al marinero es el hacer nudos, para lo cual dispone de una especie de catálogo con toda la variedad.
Cuando ingresé a un club de pesca en Concepción aprendí a hacer nudos en el sedal de nylon, hilo delgado y resbaloso, y muy fácil de desanudarse si no se los hace dobles. Había que conocer los nudos de unión o colcha. Quien no sabe anudar en este material se expone a perder su gran salmón conseguido con tanta paciencia.
El maestro Erices, que era el talabartero del pueblo, sabía hacer nudos con el cuero trabajado con tientos mojados que al secarse se iban ajustando más y mas.
El lazo del huaso tiene una lazada o bien un broche compuesto de un botón y ojal que se puede soltar a voluntad. En la montura y en las riendas se insertan varios nudos, algunos de los cuales a veces son solamente adornos.
Los nudos los usamos más veces de lo que creemos. Si revisamos la ropa que vestimos hoy, encontraremos más de un nudo partiendo por los cordones de los zapatos. Antes que se inventara el botón, cosa que sucedió en la Edad Media, las piezas de las vestimentas se unían con tirillas que se ataban.
Quienes practican el tejido en lana a telar artesanal e industrial deben hacer amarras. Las alfombras pueden tener muchas ataduras y cualquier costura debe necesariamente terminar en un nudo.
Por similitud, se les da este mismo nombre a las partes donde nacen las ramas de los árboles o las uniones de los vástagos al tronco.
Pueden darse en los músculos y tendones o en el hueso que al fracturarse se vuelve a unir formando un crecimiento o cicatriz semejante a un nudo.
Cuando nos embarga la emoción se nos hace un nudo en la garganta.
Toman esta denominación, el nudo vial, el de las comunicaciones, el de la corriente eléctrica y el ferroviario.
El nudo es enlace entre los sucesos; el desenlace es la solución.
Iván Contreras R.
En las zonas rurales se decía también ñudos, con ñ; tal vez un anacronismo, pero así lo aprendí cuando niño. Hacer nudos era una de las cosas que teníamos que dominar temprano. Asimismo, había que aprender a torcer y a trenzar, porque el lazo era un artículo absolutamente necesario. Se podía hacer de ñocha, es decir de una paja vegetal, de cáñamo y de cuero; eso incluía colchar, para llegar al largo que queríamos darle.
El nudo tenía que ser resistente, es decir, al tirar la cuerda no debía aflojar sino apretarse más. Eso tiene su ciencia, que la aplica el profesional del campo y de la ciudad con sabiduría propia.
Los pescadores también saben hacer una gran variedad de nudos, según las necesidades. Incluso existe el que se deshace cuando ellos quieren. Una de las principales técnicas del oficio que se enseña al marinero es el hacer nudos, para lo cual dispone de una especie de catálogo con toda la variedad.
Cuando ingresé a un club de pesca en Concepción aprendí a hacer nudos en el sedal de nylon, hilo delgado y resbaloso, y muy fácil de desanudarse si no se los hace dobles. Había que conocer los nudos de unión o colcha. Quien no sabe anudar en este material se expone a perder su gran salmón conseguido con tanta paciencia.
El maestro Erices, que era el talabartero del pueblo, sabía hacer nudos con el cuero trabajado con tientos mojados que al secarse se iban ajustando más y mas.
El lazo del huaso tiene una lazada o bien un broche compuesto de un botón y ojal que se puede soltar a voluntad. En la montura y en las riendas se insertan varios nudos, algunos de los cuales a veces son solamente adornos.
Los nudos los usamos más veces de lo que creemos. Si revisamos la ropa que vestimos hoy, encontraremos más de un nudo partiendo por los cordones de los zapatos. Antes que se inventara el botón, cosa que sucedió en la Edad Media, las piezas de las vestimentas se unían con tirillas que se ataban.
Quienes practican el tejido en lana a telar artesanal e industrial deben hacer amarras. Las alfombras pueden tener muchas ataduras y cualquier costura debe necesariamente terminar en un nudo.
Por similitud, se les da este mismo nombre a las partes donde nacen las ramas de los árboles o las uniones de los vástagos al tronco.
Pueden darse en los músculos y tendones o en el hueso que al fracturarse se vuelve a unir formando un crecimiento o cicatriz semejante a un nudo.
Cuando nos embarga la emoción se nos hace un nudo en la garganta.
Toman esta denominación, el nudo vial, el de las comunicaciones, el de la corriente eléctrica y el ferroviario.
El nudo es enlace entre los sucesos; el desenlace es la solución.
Iván Contreras R.
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