Casi todos nuestros coterráneos saben que la papa es un tubérculo propio de América y que fue un espléndido alimento para las civilizaciones originarias, quienes con gran sabiduría seleccionaron y determinaron especies que permitían consumirlas de maneras diferentes.
Cuando llegaron los españoles la conocieron como una muy buena fuente alimenticia y la llevaron a Europa en donde su empleo se expandió por todos los países de ese continente siendo recibida de modos singulares. En algunos lugares la cultivaron al principio como planta de jardín o en Inglaterra por el 1700 se la sembraba en hileras bastante distanciadas, economizando semilla, pero teniendo cosechas escasas. Fue un gran adelanto que a un agricultor se le ocurriera ponerlas como melgas más juntas con la resultante de una mayor producción, cambio tan grande que hizo desaparecer las frecuentes hambrunas sufridas. Así, como la gente estaba bien alimentada comiendo papas, se hicieron más fuertes para resistir las pestes y epidemias que les asolaban de tanto en tanto. América había hecho un aporte de grandes proporciones.
Por hoy debemos suponer que la papa se conoce y se la utiliza como alimento en todo el mundo, que debe ser guisada de tantas maneras como sea lo dispuesto por la idiosincrasia de cada pueblo y que ha de ser ingrediente en la alta cocina, de la olla más humilde, como ha de ser constituyente obligado de lo que llamamos “comida rápida”.
En Chile el cultivo de la papa ha estado ligado a la población nacional y hasta aseguramos que sea originaria de nuestras tierras encontrándola en todo el territorio, en los valles del pleno desierto, en el norte chico, en la zona central, alcanzándose su máximo
rendimiento en las regiones sureñas de la Araucanía y de los Lagos. La isla grande de Chiloé se ha distinguido desde la época prehispánica por su abundancia y se estima la existencia en ella de hasta cien variedades de forma y color. Se cree que los más antiguos tipos de papas europeas provienen de este lugar, y Marta y Sofía que vivieron un par de años en Leipzig, Alemania, me cuentan que allí se come papa en demasía, una que tendía a deshacerse y otra que mantenía su forma consistente.
En muchos sectores de las islas de Chiloé cuando se trata de realizar la recolección participan familias de los alrededores en una faena colectiva llamada “minga”, lo que da motivo para socializar compartiendo el trabajo, comida y bebida, consumiendo la chicha de manzana de preferencia.
No obstante ser un fruto recogido desde épocas inmemoriales, a veces, no alcanza a cubrir las necesidades del país y ha habido que importarla para suplir la menor producción interna; incluso en Chiloé se ha vivido periodos críticos de abastecimiento.
Sembradas en húmedas vegas, en las lomas o en la altura de los cerros, las papas exigen muy poco, pero nos entregan con nobleza un delicioso alimento que está todos los días en nuestra mesa.
Iván Contreras R.
Fecha: viernes, 4 diciembre, 2009, 1:37 pm
Hola Iván, de nuevo yo. Olvidé hacer mención en mi anterior a tu trabajo sobre la papa y aparte de las discrepancias con los hermanos peruanos por motivos territoriales o por hacer uso de la denominación "Pisco", también hay otra y es precisamente por cuál es el país originario de la papa. Ellos dicen que les pertenece y nosotros decimos que es nuestra,originaria de Chiloé.
También recordé que Doris en su trabajo de doctorado cuenta que aquí en Alemania en sus comienzos no se la consumía por que se creía que era venenosa y fue Federico el Grande en el siglo 16 al que se le ocurrió, astutamenmte para su divulgación como alimento, plantarla alrededor du uno de sus castillos y rodeada la plantación por una guardia armada a consecuencia de lo cual la gente empezó a pensar que si estaba tam protegida era por que tenía un gran valor y empezaron a robarla mientra los guardias, sabedores de las intenciones del monarca, se hacías los desentendidos.
Aquí, como bien tú lo dices, la "patata", como la llaman los españoles, es un alimento de consumo masivo y que tiene innumerables formas de preparación y para ello también existen distintos tipos de ellas. Hay las que son de breve tiempo de cocción y se deshacen facilmante utilizadas para preparar puré, otras que necesitan un tiempo más largo y también las hay, como dice Marta Sofía, las que mantienen su forma.
Allá en Chile, me da la impresión, los sureños somos más paperos que los del centro y norte. Lo digo por que el que al comienzo reclamaba por el contínuo consumo de papas fue Pancho Cabrera, marido de Marianne y que es de Villa Alemana en donde según decía, se consumía mucho más arroz que papas.
De todas formas me quedo con las papas asadas enterradas en la ceniza, con cáscara, y con mantequilla son, como dicen aquí, una "Delikatesse" (un manjar).
Saludos
Boris
Como se ve puede escribirse sobre algo tan humilde como es la papa y hemos incorporado como colaboración la respuesta de Boris a mi envío de este escrito ya que en ella aportaba importantes antecedentes y enriquecía el mío. Boris Torres vive en Alemania y es de Angol. Casado con Doris Schulmeyer de Contulmo y son grandes amigos . Saludos a todos los lectores de Iván Contreras R
ResponderEliminarComo siempre un gran aporte ameno e interesante
ResponderEliminarSaludos a Boris y a Doris, les conoci en Concepción en la década del 60, excelentes personas y mejores amigos. Raul Olea Morales Historia y Geografia
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